¿Qué hacer cuando la cola del museo es demasiado larga? ¿O cuando ya has ido un millón de veces? ¿Se han agotado las entradas para esa exposición? Aunque las obras maestras de las atracciones más frecuentes nunca dejan de asombrar, quizá las visitas a las galerías puedan existir de otras formas, y también con café.

Una de las galerías más olvidadas en la vida semanal de la mayoría de la gente son las cafeterías. Coincidiendo con el auge de la cultura del café, cada vez más cafeterías han insuflado nueva vida a sus paredes y a sus comunidades mediante la decoración artística de sus interiores. Esta cultura de galerías ocultas es una idiosincrasia dorada de la cultura artística local de cualquier ciudad, que beneficia tanto a los artistas como a los espectadores.

Una cafetería es un espacio poco común que reúne a personas de todas las profesiones y condiciones sociales en una zona común, aunque sea por un pequeño espacio de tiempo. Estos espacios se han ido diversificando poco a poco para que la gente no sólo busque ponerse al día, tomarse un capuchino rápido o relajarse, sino también para el compromiso empresarial y el creciente número de trabajadores a distancia. Hay una gran variedad de cafeterías, desde menús extravagantes y muebles desparejados hasta colores planos y diseño moderno. A pesar de la variedad, algo es seguro: atraen a una clientela muy diversa. ¿Qué mejor manera de hacer accesible a todos la contemplación de una galería?

Exponer tu arte en espacios locales y comunes puede ayudarte a conectar intencionadamente con las comunidades que te importan. Aunque hacer contactos y establecer contactos en cada esquina con olor a café puede ser tedioso, delegar la reproducción de tu obra en un servicio externo puede aliviar las presiones de la logística. De este modo, tu trabajo puede estar en los espacios que amas a través de un medio rápido, profesional y duradero, mientras que los artistas pueden centrarse en la energía creativa y las conexiones personales. Mantente abierto a nuevas posibilidades locales que puedan aumentar tu número de seguidores y confía en que, incluso con esfuerzos dirigidos a atraer a espectadores específicos, siempre hay espacio para que el admirador aleatorio tropiece con tu obra igual que tropieza para tomar un café con leche rápido.

Cada vez surgen más espacios híbridos que fomentan la accesibilidad y la diversidad de las escenas artísticas locales. Aequa Community Cafe Berlín muestra grabados de artistas locales en caprichosos adornos de pared con cuerdas y pinzas de la ropa. En Barcelona, Café Cosmo's el luminoso espacio abierto se complementa con murales y marcos divertidos y vibrantes. Colourful Art Cafe en Ámsterdam empezó cuando el artista y propietario vendió un primer cuadro a un inocente cliente de un café. Ahora ofrecen un lugar para que otros experimenten lo mismo. Estos espacios siguen deleitando al llevar las galerías a barrios fuera del radar turístico habitual. La próxima vez que busque una salida artística, en vez de recurrir a las aplicaciones de mapas y las guías de viaje, quizá tenga una galería a un paso.

 Con el auge de la cultura del café, los cafés se están redefiniendo para ofrecer algo más que un rápido subidón de cafeína. Estos espacios ofrecen un portal informal a las artes, haciendo accesibles a todos las exposiciones y galerías, y preservando al mismo tiempo el carácter especial de una experiencia en vivo. Son la prueba de que el arte es un acompañamiento bienvenido en muchas actividades de la vida. ¿Qué otros espacios híbridos podrían existir? ¿Paradas de autobús? ¿Los bares? ¿gimnasios? Mantenga los ojos abiertos y sepa que, allá donde vaya, el arte puede encontrarle.
 

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