Maestra pintora y profesora, Paula Revigliono derrocha talento y energía en cada una de sus fantásticas obras. Su trayectoria artística comenzó un día lluvioso de viaje. Sin las habituales visitas y paseos al aire libre, se adentró en un museo para contemplar la exposición de esculturas. El descubrimiento fortuito le inspiró para pintar con el recuerdo de aquella primera sensación de asombro aún latente.

Como aquel primer encuentro en el museo, la obra de Paula representa escenas humanas con historias y aventuras que contar. Su técnica y composición se caracterizan por la riqueza de colores, el movimiento de las figuras y la atención deliberada al espacio vacío, dejando algunos trazos y formas inacabados. Esos silencios visuales de su obra son un equilibrio a los brillantes planos de color e invitan a conectar con el espectador para que termine las formas en su propia imaginación. Las expresivas escenas adquieren una nueva perspectiva y vida de esta manera única. 

"El futuropróximo" es un ejemplo perfecto de esa experiencia visual personal. Los contornos mínimos representan una escena nostálgica en una playa abarrotada. El sensible equilibrio de espacios vacíos y colores brillantes crea una atmósfera de bullicio expresivo y sensorial de arena y olas con ocio y desenfado en lugar de caos. El minimalismo extremo de " ¡Wowww!"ofrece un efecto diferente de dramatismo y contemplación, una pieza misteriosa pero impactante para tener en su espacio. Su espectro de trabajo es cada uno una nueva experiencia, cautivadora y curiosa hacia los matices en las interpretaciones individuales.

Lo lúdico es un tema que se traslada tanto al proceso de Revigliono como a sus obras. Desde 2008, su taller de arte es uno de los espacios donde cultiva su pasión. Cuenta que esta actitud investigadora alimenta su trabajo y le permite revisitar ese estado de la infancia, una experiencia compartida en cada pieza única, así como en su labor docente. Lejos de las limitaciones y la presión de la sociedad moderna, la pintura es una práctica de dejar que las cosas sucedan y aprender de los errores. Aunque las técnicas y el tratamiento del color y el espacio son similares, las distintas composiciones, como las de "Mardelsud II" y "Orange Day", ofrecen una contemplación más tranquila y serena del color y la naturaleza. Su abanico de composiciones es testimonio de esa energía ilimitada para seguir explorando. El placer de encontrar lo que te gusta puede llevarte a comprender un poco más el presente. Desarrollar nuevas técnicas y experimentar, por no hablar de tolerar las numerosas frustraciones del oficio, es lo que construye una práctica pictórica auténtica y personal. Cambiar con el tiempo te da las herramientas para una expresión genuina.